Rajoy domina el tiempo. ¿Que se trata de crear puestos de trabajo?, pues dice que entre el año pasado y el presente van a ser un millón. Empieza la cuenta en 2014, porque si la empezase dos años antes, el resultado sería distinto. Con la corrupción, tres cuartos de lo mismo: nadie ha hecho contra la corrupción tanto como él. ¿Desde cuando?, desde hace un rato, porque si miramos un poco más allá, concluiremos que lo que más ha hecho el PP al respecto ha sido aportar corruptos y ámbitos de corrupción. Aquí Rajoy se olvida de que su primera candidatura a la presidencia se la llevó la Gürtel, custodiados por Sepúlveda y Mato, que fue él en persona quien ascendió al olimpo de los tesoreros a ese tal Luis Bárcenas con cuyo nombre ahora se trabuca, que él mismo se subió el sueldo (y a sus más directos colaboradores) de una forma escandalosa en plena crisis económica y en desafortunada coincidencia con que el PP, según su tesorero, dejara de pagar sobresueldos en dinero negro.
El tiempo, por tanto, es manejable. Por eso cuando leo que Suiza pone peros gordos a que los jueces españoles puedan acorralar a Bárcenas, que Andorra y Liechtenstein no van a permitir que se haga nada contra la casta Pujol y que al fiscal no le gusta que se impute a todos los caraduras que esgrimían las tarjetas de la vergüenza de Cajamadrid, me toca refugiarme en el dominio del tiempo. ¿Se acuerdan cuánto disfrutamos escuchando a aquel prohombre diciendo que se había metido en política para ser rico? Pues todo quedó en agua de borrajas porque anularon las escuchas. Ahora puede pasar lo mismo, y que la Gürtel sea, en sentencia, un asunto menor, que Pujol presida próximamente el Día de la Independencia y que los de las black cards las enmarquen en su salón. No se hagan mala sangre y disfruten de la investigación, porque ver sudar a los malos ya no nos lo quita nadie.
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Disfrutemos la investigación
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