Motores: de tres y cuatro cilindros en línea, turbo, gasolina (g) y diésel (d)
Potencia: 60, 75, 90 y 110 (g) y 90 y 105 (d) CV
Par motor: 95, 95, 160 y 175 (g) y 230 y 250 (d) Nm
Cambio: manual de cinco velocidades y automática de siete velocidades
Tracción: delantera
Dimensiones (largo/ancho/alto): 3.992/1.732/1.467 milímetros
Distancia entre ejes: 2.470 milímetros
Velocidad máxima: 160, 172, 182 y 196 (g) y 182 y 193(d) km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 15,7, 14,7, 10,9 y 9,4 (g) y 11,1 y 10,1 (d) segundos
Consumo: 4,7, 4,8, 4,7 y 4,7 (g) y 3,4 y 3,5 (d) litros/100 km en ciclo mixto ciudad/carretera
Emisiones CO2: 106, 108, 107 y 109 (g) y 88 y 90 (d)
Capacidad maletero: 330-1.150 litros
Peso: desde 1.055 hasta 1.165 kilos
Precio: desde 11.405 hasta 17.855 euros
Poco a poco, los tiempos de austeridad en Skoda van quedándose en el olvido para dar paso a un producto en el que las diferencias con su hermana Volkswagen cada vez son menores. El primo del VW Polo es un claro ejemplo de ello. Desde fuera, lo primero que se observa es que sus líneas son ahora más suaves y siguen la tendencia que inició hace unos meses el Spaceback –de hecho, la trasera es muy similar–. En esta nueva generación, la tercera, se ha puesto mucho énfasis en incrementar la habitabilidad, y también en mejorar su imagen, algo que se ha conseguido gracias a unas cotas más anchas y bajas, que le dan un aspecto más compacto y deportivo. Incluso, a pesar de que es un poco más corto, hay más espacio para los pasajeros de las plazas traseras por el incremento de su batalla y tiene más capacidad de maletero. Concretamente parte de 330 litros, que es una cifra notable porque, para que nos hagamos una idea, supone un aumento de 50 litros respecto al VW Polo. No faltan las soluciones Simply Clever, típicas de Skoda, como el ya característico rascahielo en la tapa del combustible o la posibilidad de colocar la bandeja del maletero a media altura para que sirva de estante para objetos pequeños. También se ha puesto más atención al detalle, por ejemplo, con la incorporación de un techo panorámico opcional que, aparte de mejorar su estética, da más sensación de amplitud en el interior.
Su oferta se centra en mecánicas de gasolina de tres y cuatro cilindros, de entre 60 y 110 CV, y el tricilíndrico diésel 1.4 TDI, con un abanico de potencia de entre 90 y 105 CV. El objetivo está claro: reducir al máximo el nivel de consumo y emisiones. En general, el nuevo Fabia tiene un tacto de mayor calidad, que se observa no solo en la conducción, sino en los materiales y acabados del interior.