Barbarus. La conquista de Roma
Santiago Castellanos. Ediciones B. 22 euros.
La persecución que sufrieron los godos tras su llegada a Roma desencadenó una rebelión hasta tomar la metrópoli. Esta ficción histórica reconstruye con maestría aquellos dramáticos hechos.
Cómo aprendí a leer
Agnès Desarthe. Seix Barral
“Faulkner es lírico, como Camus, y está loco, como Duras. (...) Tengo quince años y leo a Duras, a Camus y a Faulkner. No está tan mal”. Esta narración de poderosa raíz autobiográfica indaga en el placer de leer vivido por la autora tras superar el rechazo inicial. Con alguna particularidad literaria en el camino: Madame Bovary no conseguía cautivarla y se resistía a leer a Proust. Pero un tropel imparable –Céline, Beckett, Maupassant, Flaubert, Balzac, Singer, Woolf, Ozick…– la convierte en lectora compulsiva. Y su entusiasmo conmueve y contagia.
Golowin
Jakob Wassermann Navona. 12 euros
Se venden joyas por doce euros. Suena extraño, pero es rigurosamente cierto. La colección Los ineludibles ofrece libros encuadernados en tela de color diferente en cada título. Golowin es uno de ellos. Relata el contraste de vidas y de ideas entre una aristócrata que huye de su mansión moscovita durante la Revolución Rusa y un marinero con inquietudes intelectuales, partidario de la nueva situación en el país. Como en todas las obras de Wassermann –la más conocida es Caspar Hausser– los perfiles morales y éticos abruman a los personajes. Mientras, la trascendencia de lo que sucede está arropada por unos diálogos que, con gran riqueza de matices, expresan la admirable imperfección de la condición humana.
De regreso a casa
Elena Ortega Península. 18,90 euros
Un grito heroico el de este libro. Elena Ortega, antigua compañera en la redacción de interviú, se ha adentrado en el corazón de una tragedia que sigue desgarrando Ciudad Juárez (México) con ciega crueldad: las desapariciones y asesinatos de niñas y mujeres. La reportera indaga acerca de varios casos, en especial el de Alejandra García Andrade, secuestrada, torturada, violada y muerta. Tenía 17 años. Su madre, Norma, junto con Malú, hermana de Alejandra, fundó la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa para luchar por la verdad y la justicia, y contra la desidia oficial: son demasiado poderosos quienes están detrás de todo. Denuncia del olvido, este relato cristalino y estremecedor zarandea nuestra conciencia.
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