
Empecemos por lo urgente, por lo último. El sangriento atentado de París es la prueba de que nadie está a salvo. ¿Cómo podemos defendernos de lo que Hollande ha definido como “acto de guerra”?
El terrorismo yihadista es un enemigo al que hay que combatir allí, pero también aquí, con distintos medios, los de la guerra y los del Estado de derecho. Los atentados de París van a tener consecuencias muy duraderas para Europa. Todo esto ocurre por la inhibición de Europa ante la guerra de Siria y la inestabilidad en el Norte de África y Oriente Próximo. Pensar que podríamos vivir en paz rodeados de guerras no es realista, y al final los conflictos acaban llegando hasta nuestra propia casa.
Pues no parece que vaya a haber una respuesta unitaria.
Lo urgente es lograr una respuesta europea, pues nos afecta a todos. Existe el riesgo muy serio de que haya una nueva renacionalización de las políticas, como vimos con la crisis del euro. Si se acaba la libre circulación, se acaba la Unión Europea, y ya hemos visto a varios líderes europeos aprovechar los atentados para reivindicar las fronteras nacionales o para negarse a aceptar refugiados. Hay que contener al Daesh, estabilizar Siria y fortalecer una política exterior y de seguridad común europea. Son retos tan complicados que, si no hay una respuesta internacional conjunta, no los podremos lograr.
Tampoco en España vamos todos a una. Podemos se ha desmarcado del pacto contra el terrorismo yihadista por lo que llama “actos de venganza”…
El Estado de derecho se implantó precisamente para impartir justicia y no venganza. Sin embargo, el terrorismo yihadista muta cada poco tiempo, y por eso es necesario estar constantemente revisando y actualizando este pacto al que se han sumado todos menos Podemos. Ahora lo urgente es cortar las vías de financiación del Daesh. Se calcula que obtiene diariamente 1,5 millones de dólares de beneficios de las ventas de crudo, y eso hay que cortarlo.
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