Bueno, por fin ya se han celebrado las elecciones generales y a estas horas ya sabremos si eso de que el bipartidismo es historia es verdad o no ha pasado de deseo. Esta campaña ha sido especialmente intensa y hasta cansina. Es posible que el número de candidaturas con esperanzas de ganar provocase que los mortales se hayan ido a las urnas un poco hastiados. Eso y que de un tiempo a esta parte la política ha colonizado otras zonas de ocio hasta ahora descontaminadas. Esperemos que los españoles hayamos acertado y que los próximos años nos hagan olvidar los malos momentos, porque hay que tener en cuenta una cosa: esto no es fútbol y no se puede echar a alguien con una indemnización. El caso de Mourinho, por ejemplo, es imposible en política, y al que haya ganado el 20-D le tendremos que aguantar cuatro años, salvo que él se aburra antes de nosotros.
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