La estatua en honor al Chorrojumo, figura evocadora del personaje popular autodenominado “príncipe de los gitanos”, en pleno barrio del Sacromonte, es el lugar fijado para el encuentro entre arrendador y arrendatario. Tras burlar el filtro censor del chat de Airbnb, para contactar sin intermediario con los propietarios, conseguimos quedar a través de Facebook con Idy, un senegalés de no más de 35 años. El propósito es alquilar su casa-cueva por 40 euros la noche. A las seis de la tarde sale a nuestro encuentro y nos dirige por las estrechas calles del barrio, con vistas a la Alhambra. Nos explica que lleva más de un año viviendo en Granada, “una ciudad fantástica”, asegura. Su familia, con la que espera encontrarse en los próximos días, está en la costa murciana de vacaciones. Su ausencia, cuenta, es el motivo por el que alquila su cueva para turistas. Cuando se le pregunta por la propiedad de la misma se muestra esquivo y no aclara si él es el propietario.La cueva parece aseada gracias al blanco nuclear que baña las paredes y los techos de las tres habitaciones. La humedad y el descenso de temperatura es lo primero que se nota al entrar. Un total de cinco camas, dos de ellas de matrimonio, una cocina reformada y un sofá conforman el sobrio mobiliario de esta casa-cueva, por la que ya han pasado más de 30 inquilinos en lo que va de año, la mayoría extranjeros. Por lo general, las puntuaciones que Idy y su cueva han recibido en Airbnb son positivas, y acumula una calificación de cuatro sobre cinco. Le damos a Idy un billete de 50 euros y nos devuelve diez. Asegura que nos ha perdonado un euro. No tiene cambio.Granada, al igual que otras ciudades de España, está repleta de apartamentos turísticos sin licencia. La Junta de Andalucía trata de regular esta práctica a través del registro de las propiedades. Este incluye también las “casas-cueva”. Desde la Delegación Provincial de Turismo de Granada aseguran que “es ilegal anunciar un apartamento en Airbnb sin haber sido registrado previamente como apartamento turístico. El propietario de una casa-cueva, si tiene todos los permisos en regla, puede alquilarla, como un apartamento normal”. La misma Delegación afirma que la página de alquileres vacacionales está comenzando a eliminar de su web aquellos anuncios que carezcan de número de registro. Pero bajo el anuncio “Las 20 mejores cuevas para alquilar en Granada”, publicitado por Airbnb, se encuentra desde una cueva okupa para alquilar por 55 euros la noche, hasta una “Room+wifi with Alhambra view”, ambas sin el número de registro turístico.