
"Acreditaremos que es una temeridad, una imprudencia y un atentado cultural trasladar las pinturas murales de Sijena”. Con estas palabras resume el consejero de Cultura, Santi Vila, la indignación de la Generalitat de Cataluña ante el último auto del Juzgado de Instrucción número 2 de Huesca. En él, se insta a ejecutar provisionalmente la sentencia del pasado 4 de julio por la que se obliga al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) a restituir al monasterio de Villanueva de Sijena (Huesca) las pinturas murales de la sala capitular que, tras el incendio del cenobio, fueron desmontadas en 1936 por técnicos de la Generalitat y trasladadas a Barcelona. Dicha sentencia está recurrida por las autoridades catalanas.
El responsable de Cultura de la Generalitat ha expresado su “rotunda y nítida oposición a un posible traslado de las obras. Cualquier movimiento las pondría en riesgo serio. Los murales no saldrán del MNAC y yo asumiré todas las responsabilidades y consecuencias”.
Sin embargo, parte de estos frescos, del siglo XIII, ya salieron en distintos años a exposiciones de arte románico de Nueva York y Londres, según ha contrastado interviú. Y no hubo entonces negativa alguna por parte de los técnicos del Museo de Arte de Cataluña, y del posterior MNAC, para su traslado, a muchos más kilómetros que los 232 que distan del cenobio monegrino, hoy ocupado por monjas de la Orden de Belén, si bien las fundadoras eran de la Orden de San Juan de Jerusalén.
La primera vez que cruzaron el océano Atlántico fue en 1970, para la exposición The Year 1200 (El año 1200), del Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Se trataba de siete imágenes de otros tantos profetas, que en su origen fueron pintadas en la cara inferior de una de las arcadas de la sala capitular del monasterio sijenense. Cada una de esas pinturas mide aproximadamente 67 por 54 centímetros.
En 1984, “tres de esos profetas fueron expuestos en la muestra ‘English Romanesque Art 1066-1200’,de la Hayward Gallery de Londres”, afirman fuentes del MNAC. La exposición tuvo lugar entre el 5 de abril y el 8 de julio de dicho año. Pero según la historiadora Marisancho Menjón, que se ha basado en documentación del museo, “también viajaron a Londres las pinturas con motivos florales de un pequeño arco de medio punto que fue hallado en 1960 en el monasterio de Sijena. Al haber estado tapiado, no se vio afectado por el incendio de 1936 y conserva la coloración original”. Este arco se había incorporado en 1961 a la colección permanente del museo de Barcelona con motivo de la Exposición Internacional de Arte Románico. | Sigue leyendo.