
Se consiguió un mínimo de estabilidad y los partidos aprovechan el momento para celebrar sus congresos, que nunca está de más dar un poquito de marcha a eso de la democracia interna. Lo curioso es que quien más necesitado está de empezar el futuro, el PSOE, es el que lo celebrará el último. Porque el caso de Podemos es muy distinto. Los de Pablo Iglesias no es que hayan convocado Vistalegre II por necesidad imperiosa dado el grado de disputa entre sus dirigentes, es que se han dado cuenta de sus diferencias cuando han puesto fecha a la cita. Pero los socialistas están más que necesitados de reaparecer. Sus portavoces, uno tras otro, sacan pecho por la gestión que están haciendo de su modesta posición política. Lo malo es que al rato no te acuerdas a quién se lo has oído y te dedicas a debatir cómo solucionarán sus problemas internos. Una situación como la que vive el PSOE se traga todo, hasta la subida del Salario Mínimo (por cierto, les invito a que lean nuestro reportaje sobre este asunto). Las cosas necesitan cara y ojos, y no me estoy refiriendo a una gestora.
Ya hay un candidato, Patxi López. Está muy bien su irrupción, pero no sirve para centrar la atención en la acción política del partido. Al contrario, otra vez todos los focos están sobre las cuitas socialistas. Incluso el encargo a Eduardo Madina y a José Carlos Díez no logra tranquilizar las aguas. Quizás recordar simplemente que ya hay fecha prevista, mediados de junio. Y hasta entonces, la actuación de los socialistas pasará totalmente desapercibida. Las cuentas son así de crudas: desde que el PSOE permitió la investidura de Rajoy, el 29 de octubre pasado, muy pocos son capaces de recordar su labor en las instituciones, por mucho que se esfuercen en contarla. Es así no por culpa de los portavoces del partido ni porque no tenga ninguna trascendencia el trabajo realizado, sino porque mientras no pongan fin a la crisis interna, no habrá otra cosa que interese al personal. Por eso no acabo de entender que sean los últimos en reunirse, cuando deberían tener más prisa que nadie. Cuanto antes llegue junio, mejor será para el PSOE. Pero de momento siguen en el crudo invierno. | Sigue leyendo.