
"Tenemos sospechas fundadas de que nuestra hija pudo ser manipulada psicológicamente para abandonar el domicilio familiar siendo menor de edad”. La familia de Patricia Aguilar, desaparecida de Elche desde el 7 de enero, está segura de que la chica “fue convencida e inducida” durante 20 meses, cuando aún era menor de edad, por un “grupo sectario gnóstico” para que se marchara con ellos a Perú. El 14 de febrero, sus padres presentaron una nueva denuncia para pedir al juez que investigue quién está detrás de la marcha “en circunstancias extrañas” de la joven.
Patricia salió de casa el pasado 7 de enero, apenas unas semanas después de cumplir 18 años. Contó a su madre que iba al cumpleaños de un amigo, pero los padres supieron más tarde que había cogido 6.000 euros de la recaudación del negocio familiar y había viajado a Lima (Perú). Horas después de desaparecer, escribió un mensaje de móvil a su padre asegurando “estaré bien”. En su habitación, encontraron dibujos y anotaciones relacionados con la Gnosis, una doctrina filosófica y religiosa que, según varios expertos en sectas, utilizan muchos grupos coercitivos para llevar a cabo prácticas peligrosas para la salud (ver nº 2.128 de interviú).
“Los documentos que dejó prueban que Patricia estaba en contacto con alguien de Gnosis desde que tenía, al menos, 16 años, justo cuando murió su tío y ella pasaba un momento difícil”, explica Noelia Bru, prima de la chica. Entre esas pruebas que la familia entregó a la policía y a las que esta revista tuvo acceso, consta un listado de libros esotéricos que Patricia escribió en una agenda el 23 de abril de 2015 y que pidió a su prima que le comprara meses más tarde, en aquella Navidad. También, varios cuadernos del instituto del curso pasado (2015-2106), donde la joven anotó rituales y doctrinas gnósticas, a medida que avanzaba en su proceso: “Liturgia antecámara: añadir el ritual de iniciación (liturgia gnóstica), añadir el cuatedrana (boletines), añadir cadena con el señor Jehovah y la madre divina, hacer los boletines restantes…”.
“Aunque Patricia se haya ido siendo mayor de edad, las pruebas muestran que la fanatizaron poco a poco, cuando todavía era menor y, por tanto, vulnerable. Lo que han hecho atenta contra la protección del menor y está penado en el artículo 515 del Código Penal, que prohíbe las asociaciones que utilizan el control de la personalidad para sus fines”, advierte Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos, que está ayudando a la familia de Patricia. Desde la asociación advierten de que “cada vez más las sectas escogen a sus víctimas entre chavales de 15 o 16 años, los introducen lentamente en la asociación y los manipulan de tal modo que cuando se hacen mayores están completamente anulados y a su servicio”.
En España hay numerosos movimientos gnósticos. La mayoría siguen el dogma de Samael Aun Weor, fundador del Movimiento gnóstico cristiano universal en Colombia, en los años cincuenta. Antes de morir, en 1977, el gurú detalló en un libro los mandamientos del buen gnóstico, que defienden la existencia del demonio y la magia sexual (el hombre no debe eyacular ni la mujer llegar al orgasmo). En el listado oficial del Ministerio del Interior figura una de las asociaciones que más adeptos aglutinan en nuestro país: el Instituto Gnóstico de Antropología Samael y Litelantes. Sus estatutos defienden “ayudar a los seres humanos interesados en su desarrollo físico, intelectual, cultural, moral o espiritual”. La Gnosis también está presente en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, donde consta una iglesia gnóstica con sede en Cartagena (Murcia). | Sigue leyendo.