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Lorenzo Silva: "Me pasma que la derecha no rompa con Franco"

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La primera pregunta es la que se hacen sus miles de lectores: ¿para cuándo la siguiente entrega de los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro?
Voy a sacar un libro de cuentos en Navidad y una novela el año que viene, ambos sobre Bevilacqua.
¿Y se puede saber, al menos, dónde transcurrirá la acción novelesca?
Será por Andalucía, una zona que aún no había tocado y que cada vez me interesa más, igual que ese trozo nuestro del norte de África.
En Recordarán tu nombre recupera la figura del guardia civil José Aranguren, que optó por defender la República frente a los sublevados del 36. ¿Los valores que defendía siguen vivos en personajes como Bevilacqua?
Creo que sí. Todo esto viene de muy atrás, de 1845, que es de cuando data la Cartilla del guardia civil. Ahí están los valores, como ser fiel a su deber y estar sereno en el peligro, que aplican tanto Aranguren como Bevilacqua, y hasta un sargento de la UCO cuando está poniendo los micrófonos en el despacho de Ignacio González. Ese es el gran valor de esta institución.
También introduce en la novela a sus abuelos como testigos vivos de los hechos que narra. ¿Es una forma de dar más verosimilitud al relato?
Explico quién demonios soy. Es un ejercicio de honestidad. El tema de la Guerra Civil dista mucho de estar zanjado, resuelto y hasta enfocado. Por eso quiero que sepan desde dónde estoy hablando. Este es mi “desde aquí”, y se lo ofrezco al lector para que aplique el coeficiente de subjetividad oportuno.
Y se remonta a la guerra de África, que ya ha tratado en otras novelas, como El nombre de los nuestros o Carta blanca.
En la primera hablaba del desastre de Annual y me centraba en los que se quedaron defendiendo las posiciones. Carta blanca es otra historia de ficción de gente que estuvo en África y terminó en la Guerra Civil, en cualquiera de los dos bandos, porque en la República también había militares africanistas. La Guerra Civil se pudo montar porque tanto unos como otros tenían masa de maniobra. La escuela de todos había sido Marruecos.
¿Recomendaría a Antonio Tejero Recordarán tu nombre?
Le puede interesar. Tejero es la muestra de una época concreta del cuerpo que afortunadamente se ha superado. Tras la guerra, Franco pensó muy seriamente disolver la Guardia Civil. Al final, la conservó transformándola a su imagen y semejanza, lejos de los valores del duque de Ahumada. Metió analfabetos, cosa que nunca había habido en el cuerpo, y también a veinte mil excombatientes del bando nacional. Tejero representaba eso. Su fracaso, su ridículo y su deshonor permitieron conjurar ese fantasma franquista.
¿De dónde le viene su pasión por la Guardia Civil?
Empecé por una curiosidad. Era 1995 y me planteé que esta gente, que en aquel año ya llevaba siglo y medio de existencia, apenas había generado literatura que no fuera denigratoria, paródica, grotesca… Eso me provocó interés, pues vi la posibilidad de desarrollar un personaje literario que estaba intacto.
Ahora ya es guardia civil honorario. ¡Algo habrá hecho!
Reconozco que he llegado a desarrollar una cierta admiración por la capacidad que tienen de hacer cosas que son catárticas. Recuerdo un momento épico en el que, en una entrevista, Jaume Matas le echaba la culpa de todos sus males a un sargento de la Guardia Civil. Me pareció revelador. Un señor que saqueaba el erario público desde una posición como la presidencia de una comunidad autónoma, al final su némesis fue un sargento de este cuerpo que vio su nombre en los papeles de Palma Arena y tiró adelante.
interviú ha desvelado que las casas cuartel están peor de lo que narra en sus novelas. ¿Se debería desmilitarizar la Guardia Civil?
En las casas cuartel hay de todo, y por desgracia poca inversión. Y aunque el tema es denso y con muchas aristas, creo que la Guardia Civil debe seguir siendo militar, porque es su identidad. Muchos países, tan cercanos como Francia, Italia o Portugal, tienen cuerpos policiales de naturaleza militar.
Exhumados los restos mortales de Mola y Sanjurjo, ¿cree que se deberían exhumar también los de Franco?
No puede ser que los restos de una persona que declaró enemigos a la mitad de los españoles, aparte de asesinar a miles de ellos, estén en un mausoleo a mayor gloria suya y sostenido con fondos públicos.
¿Puede ser que la última palabra la tenga la Iglesia, al reposar sus restos en una basílica?
Dudo mucho que el Papa o el cardenal primado de España desafíen el mandato y la voluntad expresada por la mayoría de los representantes de la voluntad de los españoles. No creo que se opongan a la exhumación si se lo piden.
¿Adolecemos los españoles de desmemoria histórica?
No. Lo que tenemos es una memoria selectiva que suele ser muy encarnizada con las fechorías de nuestros adversarios ideológicos e ilimitadamente indulgente con las fechorías de los nuestros.
¿Le hubiera gustado escribir Patria, de Fernando Aramburu?
Era un libro necesario, pero no lo podría haber escrito porque no soy vasco, aunque el tema me concierne. ETA me ha matado vecinos, y en más de una ocasión me agaché a mirar los bajos del coche cuando vivía en Cuatro Vientos (Madrid), porque mi padre era militar. Somos el único país que con una acción policial minuciosa y sistemática ha acabado con un terrorismo poderoso, temible, profesional y arraigado en la población. Lo que ha hecho España con ETA es modelo para las policías todo el mundo.
Leyendo Recordarán tu nombre, no parece que haya cambiado mucho la Cataluña actual respecto a la republicana.
(Abre su novela por la página 402 y lee unas palabras de Azaña a modo de respuesta). “Histeria revolucionaria, ineptitud de los gobernantes, inmoralidad, cobardía, engreimiento de advenedizos, insolencia de separatistas, deslealtad, disimulo, palabrería de fracasados…” Es increíble. Por poner un ejemplo, hay estudios históricos catalanes en los que ni siquiera citan a Aranguren.
¿Hay mucho guerracivilismo en los partidos políticos actuales?
No hay una digestión adecuada de la Guerra Civil. Me sigue sorprendiendo profundamente la dificultad que tiene buena parte de la derecha española, incluso la parlamentaria, para romper con Francisco Franco. Me pasma. Y creo que la derecha europea no lo podrá comprender de ninguna manera.
¿Y cómo anda la izquierda?
Pues con gente como una persona que se declaraba ecopacifista y que consideraba justificados los fusilamientos de Paracuellos porque eran militares golpistas. Algunos fueron condenados a muerte y fusilados. Pero otros muchos estaban juzgados y condenados a unos cuantos años de prisión. Tenían derecho a volver con su familia. Hasta que se plantaron unos tipos allí, los sacaron por la fuerza y perpetraron un asesinato extrajudicial. Que ese ecopacifista justifique eso, que le preocupe más la vida de un espárrago que la de un ser humano condenado a prisión, hace que piense que por ahí vamos muy mal. 
Le acaba de imponer la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo de la Comunidad de Madrid una mujer, Cristina Cifuentes, a la que la UCO pide que investiguen.
(Risas). Me puedo equivocar, pero me parece que es una persona que sí tiene un compromiso con la decencia política. Habrá que ver si se convierte en una imputación formal. De ser así, añadiría la foto a otras que tengo con imputados, como Nacho González, que me dio el premio de Cultura de la Comunidad de Madrid, o Artur Mas, ya condenado, que me dio el premio Planeta. De todas formas, me cuesta creer que Cristina Cifuentes sea una persona corrupta.
¿Irán los familiares de la viuda del expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo a la próxima edición de Getafe Negro?
Hay que ser respetuosos. A fin de cuentas, han perdido un familiar. Pero hay muchas novelas negras posibles. El periódico del otro día traía apuntadas unas cuantas, como la historia de los policías municipales de Barcelona, o el alunicero que se pasa al narco y se lo cargan…
¿Qué novela negra le ha gustado más últimamente?
Hay una novela que no es del todo negra, pero tiene rasgos. Se llama El dios de nuestro siglo, de Lorenzo Luengo. Está ambientada en Estados Unidos y la protagonista es una policía que investiga la desaparición de unos niños.
¿Cómo lleva lo de montar una editorial, Playa de Ákaba, para que la mayoría de sus libros se editen en otra distinta?
Es una minieditorial, artesanal. Afortunadamente, tengo editor para mis libros. Playa de Ákaba pretende dar una oportunidad a las personas que no tienen editor, algo muy necesario tras la devastación ocurrida en el mercado editorial español. 

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