
Quiero pedir perdón al partido que represento, que no es el mío…”. Con estas palabras, la concejal por Ciudadanos de Almendral de la Cañada (Toledo), Simona San Román, iniciaba el pasado jueves 28 de septiembre su discurso durante la moción de censura que acabó con el mandato de la alcaldesa socialista Cristina Bardera, en el cargo desde las elecciones de junio de 2015. La nueva regidora del municipio es Mónica Vázquez, quien asegura que llegó a un acuerdo con la concejal de Ciudadanos “para terminar con las prácticas autoritarias de Bardera”.
A sus 81 años y con una salud de hierro, Simona se ha convertido en la bisagra, “en la llave”, como dice ella, del futuro de esta localidad toledana de la Sierra de San Vicente, ahora en manos del PP gracias a su voto. Entre 1987 y 1995 fue alcaldesa por el PSOE, “la primera mujer socialista de la provincia de Toledo en gobernar un ayuntamiento”, afirma. No esconde su amistad con José Bono, entonces presidente de Castilla-La Mancha, “quien siempre me dio todo su apoyo y subvenciones”. Sus años de alcaldesa terminaron con una moción de censura, tras una auditoría, que le presentó el PP. Abandonó el PSOE y probó suerte en un partido independiente, hasta terminar, en la pasada legislatura, como cabeza de lista de Ciudadanos.
No es que haya abrazado la fe del partido de Rivera, pero asegura que está “acatando sus normas, así que a partir de ahora intentaré que queden por escrito las propuestas que tengo para permitir que gobierne el PP”. Simona quiso volver a figurar en la lista del PSOE para las elecciones de 2015, “pero no me dejaron, así que entre mi marido, dos cuñadas y un matrimonio de Talavera montamos en tres días la candidatura de Ciudadanos”. Treinta y tres votos le bastaron, en un pueblo con un censo de 302 votantes – y 339 habitantes–, para conseguir el escaño, que se ha hecho decisivo.
Hasta el pasado verano, la edil de C’s permitió gobernar en minoría a la socialista Bardera, al ser el PSOE la lista más votada. Pero la gota que colmó el vaso, según Simona, “fue un decreto de alcaldía, incomprensible, en el que venía a autorizar por trece años el uso de nuestra agua a la Mancomunidad de Aguas del Piélago”, a la que pertenece Almendral de la Cañada junto a otros tres pueblos de la comarca: El Real de San Vicente, Navamorcuende e Hinojosa de San Vicente. “Ni se le ocurrió consultarlo en un pleno”, asegura Simona. La exalcaldesa Bardera, argumenta que “son habituales este tipo de decretos; fue una decisión de toda la Mancomunidad para solicitar una subvención”.
“Intereses ocultos”
Para Bardera, la moción de censura con que le han arrebatado la alcaldía esconde “intereses ocultos. Me han tachado de antidemócrata, de no haber contado con nadie, de manejar el presupuesto a mi antojo y otras muchas falsedades”. Pero hubo otro detonante, al menos para la oposición popular: la polémica por un acto vandálico en la sala multiusos ocurrido a principios de agosto. Se produjeron destrozos en tres duchas, en una cerradura, en dos pomos y en una barrera de asistencia a discapacitados. “Como era mobiliario municipal lo denuncié a la Guardia Civil, que hizo sus pesquisas, comprobando quiénes eran los últimos que habían alquilado el local. Eran dos menores, pero no fui yo quien dio los nombres, tal como me han acusado”. | Sigue leyendo.