
Más control para la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano en el partido y el Congreso… Esa ha sido la novedad con que la dirección socialista ha querido mitigar la crisis de Ponferrada. Pero fuentes del aparato dicen que “solo se trata de poner por escrito lo que todos sabemos”. La número dos del PSOE no tiene demasiados apoyos entre sus compañeros. Por eso varios de ellos interpretan su nuevo estatus como una estrategia para desactivarla de cara al futuro. “José Antonio Griñán ha pedido que dé un paso al frente para asegurarse de que no será una rival para nadie en las primarias. En estos momentos tan críticos, sacar la cabeza es la vía más rápida y segura para que te asesinen políticamente”, analiza un veterano socialista próximo al andaluz.
Pero un miembro del equipo de Rubalcaba insiste en que “el objetivo es reforzar la igualdad y meter más control en Ejecutiva y grupo parlamentario. Los que preguntamos por lo de Ponferrada, nos dirigimos a Óscar [López, en la foto con Valenciano], y él aseguraba que estaba todo controlado. Ha sido un episodio desafortunado y con Rubalcaba de viaje. No es sano seguir dándole vueltas”. Las explicaciones, sin embargo, no convencen a diputados que insisten en que López debería dimitir “porque nuestros votantes, y no como los del PP, nos castigan ante episodios como este”.