
Son las ocho de la tarde del 15 de septiembre de 2012. En el concello pontevedrés de Fornelos de Montes –uno de los municipios donde más llueve de España, de apenas 2.000 habitantes–, dos agentes de la Guardia Civil hacen la patrulla diaria. Al pasar delante de la casa de ladrillo de dos vecinos del barrio de O Ceo ,“observan desde la vía pública plantada en una huerta anexa a la casa (...) una planta que parece ser de Cannabis sativa (marihuana)”, según reza la denuncia interpuesta por los guardias civiles.