
“El parquímetro costaba unos 4.000 euros. ¿Y lo que se han llevado Urdangarin, Rato y Blesa, que están en la calle?”, lamentaba Alberto. En el reportaje “A la cárcel por quejarse”, interviú recogía la historia de Alberto Torre, que se enfrentaba a un año de prisión por romper un parquímetro en el 2006. Aquél año, los vecinos de los barrios periféricos de la capital emprendieron una protesta contra la instauración del estacionamiento regulado por los parquímetros.
Torre acumuló varias denuncias en esas semanas de enfrentamientos, y en 2011, tres años después de haber sufrido un ictus que afectó a su capacidad motora, un juzgado de Madrid lo condenó a un año de prisión por daños intencionados sobre un parquímetro. El pasado septiembre, recibió la citación para cumplir un año de cárcel.
Según ha comunicado esta misma tarde la Coordinadora 25-S, colectivo al que pertenece Alberto, su entrada a prisión se ha suspendido dos años. Pasado este tiempo, la suspensión podría hacerse definitiva: “Sentimos una alegría grandísima porque ha sido una lucha tremenda”.