
Para la historia íntima del periodismo español queda la visita que el crítico de cine Antonio Santos recibió en la redacción de Cartelera Turia un día de mayo de 1966. Santos era entonces un veinteañero, y sus visitantes, una partida de alféreces provisionales, talludos excombatientes de la guerra civil. Venían a cobrarse venganza por la crítica que Santos había firmado de la película Posición avanzada, de Pedro Lazaga. Aquella loa franquista, con actuaciones de Antonio Ferrandis y Manuel Zarzo, mereció en la revista cultural valenciana un cero patatero. El crítico Santos argumentaba: “El objetivo principal de la película va a ser captarse a un público amplio, y la mejor forma de conseguirlo es reunir en hora y media todos los tópicos del género, bien aderezados con salsa gorda, desde la palabrota viril que arrebata a las masas hasta la novatada clásica”.
Aquel día, Santos terminó con una pistola en la cabeza y encerrado tres días en el calabozo. Pero no es la única represalia que sufrió 'Cartelera Turia' durante la última década de franquismo en España. Con motivo del 50 aniversario de la revista, recogemos las sanciones más surrealistas. Si quieres leer el reportaje completo, descarga la revista en PDF.