
Calahorra, La Rioja. Seis y media de la mañana. Roberto Vázquez se dirige a su explotación con un duro día de cosecha por delante. Al llegar, se encuentra la puerta de su finca abierta. Otra vez. Comienza lo que ya casi es una rutina: recuento de lo que se han llevado, llamada a la Guardia Civil y aviso al seguro para denunciar el robo. Esta vez la compañía ya no le responde. Es el décimo robo que sufre Roberto en lo que va de año, así que la aseguradora prescinde de su cliente. A la décima, los ladrones se han llevado unas baterías de riego y unos 400 kilos de tomates. El botín le duele a Roberto, pero aun más lo que tendrá que pagar en reparaciones y destrozos. Sin las baterías ya no se puede regar y sin regar la cosecha se deteriora o se pierde.
Interviú acompaña a un equipo ROCA de la Guardia Civil, cuerpo encargado de poner freno a los robos en zonas agrícolas. Si quieres leer el reportaje completo y conocer las denuncias de los afectados, descarga la revista en PDF.