
El 17 de febrero de 1985 Antonia Soria Ramírez pudo inscribirse en el Registro Civil como lo que ella sentía que era, una mujer. Se convirtió así hace 30 años en pionera en España en obtener legalmente el cambio de género y dejó de ser Antonio, un cambio que iba mucho más allá de una simple letra al final de su nombre y que en su pueblo, Villamartín (Córdoba), todavía recuerdan. Hoy es una septuagenaria que vive en Cádiz y a la que su familia aún protege de la exposición a los medios. Lejos queda su vida en Alemania y su carrera como cantante bajo el nombre de Mónica Soria.
Es comúnmente considerada la primera transexual en España que lograba el cambio en el Registro, pero seis años antes, el 29 de septiembre de 1979, M. G. ya logró que el juzgado de Primera Instancia número 3 de una capital de provincia le reconociese legalmente el cambio de género. Pasó a ser inscrita como mujer y con eso puso fin a un largo proceso personal que duró toda su vida y que le había llevado a viajar, seis años antes, por tres países de Europa (Francia, Suiza y, finalmente, Gran Bretaña) en busca de orientación en el proceso y para que le realizasen las operaciones necesarias. En España era imposible: estas intervenciones estuvieron penadas hasta 1983 porque eran contempladas como castraciones.
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