
Superlópez (Super Humor, n.º 16)
Jan. Ediciones B. 17 euros
No hay descanso para el héroe más castizo y despistado. Con sus poderes en forma, se enfrenta ahora a los desahucios, al tráfico de diamantes, a los secuestros de ‘Al Tadea’… ¡Y hasta sufre los recortes en sanidad!
Little Sammy Sneezy
Winsor McCay. Reino de Cordelia. 17,95 euros
Impulsado por su –según propia confesión– “absoluto deseo de dibujar constantemente”, el virtuoso Winsor McCay (1867-1934) creó a comienzos del siglo pasado muchas de las más memorables páginas de la historia del noveno arte. Entre 1904 y 1905 –antes de iniciar Little Nemo in Slumberland, su obra maestra–, McCay dotó a la serie Little Sammy Sneeze de algunas de las características que lo convertirían en un clásico. Su genial fantasía consigue que siempre sorprendan estas tiras de seis viñetas en las que una y otra vez asistimos divertidos a los estragos que causan los tremendos estornudos del pequeño Sammy.
Todo sexo y chapuza
Carlos Giménez. Debolsillo. 17,95 euro
Mucho más conocido por sus cómics de contenido político (España. Una, grande y libre; Paracuellos), el autor reflejó en seis álbumes recopilados ahora en un tomo la vertiente menos alegre del sexo: angustia, infidelidad, vanidad masculina y femenina, absurdo... Especialmente amargas son las historietas en las que aparece la sombra del sida, inevitable dada la época de su publicación, los años noventa. Estas tiras satíricas, sarcásticas, no pocas crueles, son una dura crónica de un ayer gris. El despertar de lo que parecía un paraíso y en realidad era un doloroso purgatorio –a veces un verdadero infierno– anexo al placer.
Sin la sombra de las torres
Art Spiegelman. Reservoir Books. 29,90 euros
El historietista Art Spiegelman –multipremiado, sobre todo, por su novela gráfica Maus, una denuncia del Holocausto– recrea su vivencia de los atentados del 11-S en Nueva York en unas páginas de cartón y gran formato, con todo el sabor de los cómics alternativos y motivadas tanto por el horror vivido aquel día como por su irritación tras las desastrosas decisiones y manipulaciones de Bush y su equipo: “Mi Gobierno me parece tan terrorífico como Al Qaeda”, se lee en una viñeta. Además, como los cómics clásicos en que se inspira le sirvieron de refugio tras la tragedia, incluye siete planchas de época, como perspicaz lectura de los hechos presentes en el pasado.