Muchos han escrito, hemos escrito, sobre los avatares de la campaña electoral pasada, sobre sus pompas, eslóganes, carteles y demás, y sus obras, candidatos y candidaturas. Pero ha habido dos personas que me han llamado la atención y a las cuales he seguido con interés, sin menospreciar al resto: Ignacio Varela, en El Confidencial, y José Miguel Alonso, en Zoomnews. Ambos son dos expertos profesionales de la comunicación política, pública e institucional. El primero, Varela, se curtió en la trastienda del PSOE durante más de tres décadas, y aportó, sobre todo desde la sociología, muchas de las cosas buenas que ha hecho ese partido. El otro, Alonso, es viejo colmillo retorcido de la comunicación publicitaria, devenido en comunicador político desde hace más de quince años después de haber dirigido grandes compañías de publicidad, españolas y multinacionales. Varela siempre ha estado en el mismo sitio, el de la reflexión y el análisis sosegado, hasta que el adanismo socialista, con injustos argumentos, le apartó a otros lares. Sé que está haciendo ahora una buena tarea porteña, seguro que la culmina con éxito. Alonso, que ha trabajado más a diestra que a siniestra, es un observador agudo del acontecer político y atina mucho en sus opiniones. Aun después de las elecciones, recomiendo que les lean, sabrán algo más de este país y de los entresijos de la comunicación política. Ventajas de la era digital: sus artículos todavía permanecen en la red, y por mucho tiempo, se supone.
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