El centro ha sido sancionado con una multa de 122,989 euros por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, quien considera que el colegio incurrió en una “infracción grave” en la aplicación de la ley Orgánica 8/1985, que regula el procedimiento de selección y despido del profesorado.
“Esta resolución reconoce con gran exhaustividad la gravedad y la intencionalidad con la que el colegio actuó para perjudicarme y deshacerse de mí, incumpliendo la ley al no poder alegar ningún motivo real para no renovar el contrato”, relata el profesor, que añade: “Confiamos en que este documento, suscrito por funcionarios de la inspección de Educación sirva para desmontar la manipulación de la que se valió el colegio para enmascarar sus motivos homófobos reconocidos por la propia directora y sacerdote que suele oficiar los actos religiosos del centro”.
Interviú publicó las conversaciones que Vicente grabó con María José de la Plata, directora del centro; y con Antonio Jesús Jaén de Rojas, el párroco del colegio. La primera, alertaba a Vicente de las palabras del catecismo: “Digamos que la relación natural es hombre-mujer, por la complementariedad, por la psicología del cuerpo, todo ahí. Y la vía que propone, la solución que propone es la de la amistad y la de la castidad. Esa es la palabra oficial”. El párroco, le informaba de los verdaderos motivos del despido: “A esta mujer (en referencia a la directora) le han ido durante cuatro o cinco años que tú has estado en el centro, ciertas familias, que yo lo sé, que incluso han quitado a sus hijos del colegio, muchos, ¿vale?”.
El caso, desestimado por el juzgado número 3 de lo social de Jerez, está recurrido en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.