
Para Cristina Jiménez Lacarra (Zaragoza, 1985) la necesidad de encontrar a su madre biológica se ha convertido en una obsesión. Más aún: es su prioridad vital. “Hay quien no lo entiende, porque yo he tenido –y tengo– una vida completa. Mi infancia fue feliz. Quiero mucho a mis padres (adoptivos), pero necesito conocer mi origen biológico, conocer quiénes me engendraron y por qué fui dada en adopción”, explica a interviú esta mujer, que reside en Navarra y que tiene a una niña en régimen de acogida.
Si quieres leer más sobre este y otros reportajes, descarga la revista en PDF.