El pasado 24 de mayo marcó un hito en la historia de Burguillos del Cerro. José Calvo, el alcalde socialista de ese pueblo extremeño, de 3200 habitantes y con una tasa de paro del 47 por ciento, perdía la mayoría absoluta tras 28 años en el Ayuntamiento. Frente a él, un tripartito de ideologías contrarias firmaban un pacto para quitarle la vara de mando, excusándose en el “cambio” que necesita Burguillos frente al “estancamiento”.
Desde que se conocieran los resultados de las elecciones municipales –5 concejales para el PSOE, 2 para el PP, 2 para la Coalición Extremeños-Independientes por Burguillos y 2 para ‘Despierta Burguillos’, la candidatura ciudadana nacida al calor del Círculo Podemos del pueblo–, sólo hay un tema de conversación: la alianza de las tres fuerzas contra Calvo.
Todo parecía resuelto hasta el pasado 13 de junio. Felisa Casillas, cabeza de lista de Extremeños, no olvidará el lío que se montó en cuanto emitió su voto en el pleno de investidura: “Al decir ‘tachamos todos’, di por hecho que se tachaban todas las opciones salvo a quien votábamos, en vez de tachar a los dos que no se presentaban, que es a lo que se referían”. En el recuento, el voto de Casillas no sumó a ningún bando: “Solo hay un voto nulo y votamos once personas. Diez que lo hicimos bien y una persona que lo hizo mal”, recalca el alcalde. El recuento daba 5 votos al alcalde y otros 5 a Manuel Lima, a la cabeza del tripartido. Al haber recibido más apoyo en las municipales, José Calvo conseguía permanecer en su puesto.
Por su parte, Extremeños no piensa rendirse. “Hemos interpuesto un recurso contencioso en la Junta de Zafra porque es lo más rápido, al tener carácter preferente. Si no declara la validez del voto, los tres grupos pondremos una moción de censura”, explica Estanislao Martín, secretario general del partido.
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