Ella me dijo que pertenecía a los servicios secretos italianos y que su unión con Corrado Lanino [su marido] era un matrimonio de apariencia. Me enseñó fotos de Corrado con otra mujer, su verdadera esposa”. Así relata Ángel Lucio Vallejo Balda, el sacerdote español detenido en el Vaticano desde el 2 de noviembre, cómo lo “sedujo” Francesca Immacolata Chaouqui, su asistente en la Santa Sede desde el año 2013.Chaouqui, a la que la justicia vaticana ha dejado en libertad por su embarazo, era la única mujer en la Cosea, la comisión sobre la organización económico-administrativa de la Santa Sede, a la que accedió recomendada por monseñor Vallejo. Este la conocía a través de la condesa Marisa Pinto Olori del Poggio, presidenta de la fundación Mensajeros de la Paz. Vallejo, además de haber pertenecido a dicha comisión, era secretario general de la Prefectura de Asuntos Económicos. Los dos están acusados de aprovecharse de sus respectivos cargos para grabar conversaciones del papa Francisco, conseguir documentos reservados y filtrarlos a periodistas.
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