Dulce, alegre y muy inquieta, Rym devora libros de psicología y está dispuesta a hacer caer todos los viejos mitos creados en torno a la mujer musulmana. En su corte no tienen cabida las personas de mente cerrada. Les presentamos a su alteza, la exótica princesa Rym Renom.
¿Qué tal fue la experiencia de Un príncipe para tres princesas?
La verdad, para mí, la mejor de mi vida, me encantó. Me aportó madurez en el sentido sentimental. Ahora sé que no me tengo que dejar llevar tanto y, además, he conocido a gente que hoy en día se han convertido en grandes amigos. Como me gusta estar rodeada de cámaras y hablo con soltura, me sentí cómoda en todo momento.
¿Por qué decidió presentarse?
Me llamaron ellos y me dijeron que si estaba interesada en participar, hice el castin y me cogieron. Soy una chica muy extrovertida y natural. Muy simpática. Vamos a decir que soy especial. Creo que por eso me eligieron.
¿Sigue con el príncipe navarro con el que se casó en el programa?
Me fui con David y ahora mantenemos una relación de amistad muy fuerte, nos llevamos superbién. Al acabar de grabar me tuve que ir a Marruecos y él, a Navarra, y por la distancia no podemos seguir con la relación. Ahora nos hemos reencontrado en Madrid.
Entonces, ¿está abierta al amor?
Sí (risas), antes del programa ya tenía éxito con los hombres, pero es que ahora, como me conocen más y me han visto en la tele, me escriben muchísimos chicos.
Entonces se puede permitir elegir. ¿Qué debe tener su pareja?
Lo más importante es que sea cariñoso, atento, divertido y que sea generoso, que no sea rata. No me gusta la gente rata. Yo soy todo lo contrario, muy detallista con mis novios.
¿Se ha encontrado con algún agarrado?
Sí, uno, pero afortunadamente no duramos mucho juntos.
Ha dicho usted en varias ocasiones que el hombre que la enamore debe tener dinero. ¿Se mantiene o era en broma?
No, no es una condición como tal. Sí lo es que sean ambiciosos para el futuro, no me gustan los vagos. Yo soy muy trabajadora y me gusta luchar y ganar dinero. Por eso busco que mi pareja sea igual. Podría estar con un hombre que no tuviera estudios pero le apoyaría y ayudaría para que se sacara algún título. Mientras que me quiera y yo le quiera a él, lo demás llegará.
¿Y usted qué ofrece?
Soy muy detallista, espontánea, me gusta cantar y no lo hago mal, pero sobre todo me encanta bailar.
¿Qué ha sido lo peor del programa?
Que me tenía que levantar demasiado pronto. Madrugo cuando tengo que hacerlo, pero me gusta mucho dormir.
¿Alguna anécdota divertida?
Hay un montón, pero en general cualquiera con mi asesor del amor. A él le gustaba mi habibi (querido) casi más que a mí y me pedía que se lo dejara y nos moríamos de risa.
¿Ser musulmana no le ha supuesto un problema?
He recibido un par de comentarios por redes sociales, como que no está bien lo que digo o hago, pero bueno, yo, la verdad, es que prefiero quedarme con lo positivo. Han sido muchos más los mensajes agradables de chicas musulmanas que se sienten identificadas conmigo y que me dicen que ya era hora de que la gente descubriera cómo somos en realidad las musulmanas modernas.
¡Y tan moderna! Se define como “musulmana ‘cool’ que come jamón y bebe champán”. ¿Es compatible?
Yo he tenido una educación muy moderna. Mi padre es español y cristiano, yo crecí con él y me educaron a la española. Para mí el jamón no es ningún pecado, y el cerdo es un animal más. Yo soy musulmana como religión, pero estamos en el siglo XXI y tenemos que tener la mente abierta.
¿Su familia opina igual?
Mi madre es musulmana y me apoya. Vio el programa conmigo, y ningún problema. La familia de mi padre vive en Barcelona y me apoyan todos.
¿Son tan abiertos como para que no les moleste que pose en interviú?
Mi portada es muy elegante. Sensual, sí, pero hay ciertas cosas que me guardo para mí y mi pareja.
Usted vivió en Rabat hasta los 15 años. ¿Supuso un gran choque cultural mudarse a España?
No fue nunca un gran choque. Hasta los 15 años yo venía a España cada Navidad y para mí fue algo natural.
¿Me quiere decir que las adolescentes marroquíes y las españolas no son tan diferentes?
Sí, sí, la gente tiene una idea de Marruecos muy equivocada. Hoy en día es un país bastante moderno y hay muchísima gente como yo, abierta, que le gusta salir de fiesta o vestir a la moda. Mis amigas allí son todas como yo.
Ahora está intentado ir a Supervivientes. ¿Es consciente de que allí no va a tener los lujos a los que acostumbra?
Se que allí no voy a tener lujo y no pasa nada, tampoco necesito champán y jamón para vivir. Con agua y pan me basta. Sé que duraría un montón.
¿Y si no funciona?
Tengo mis estudios de osteopatía y, aunque ahora estoy centrada en la televisión y no ejerzo, no descarto hacerlo en un futuro.
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