
¿Qué vio en el primer exorcismo que hizo, en el año 2002?
Cuando ella habló, dije: “Esta persona está loca, tiene una esquizofrenia”. Me confirmaba más en mi idea hasta que me puse a orar, y cuál fue la sorpresa cuando vi que se manifestaba un espíritu. Era un caso real; entró en trance, puso los ojos en blanco, se puso rígida. Si se hubiera puesto a gritar o a hacer las cosas de las películas, habría sospechado. Si hubiera querido imitar que estaba posesa, no se habría quedado simplemente rígida y con los ojos en blanco. Entonces seguí orando y lo vi claro.
¿Qué señales indican que una persona tiene el demonio dentro?
Llevan una vida completamente normal, pero en determinados momentos se puede manifestar el espíritu en forma de un martilleo constante sobre su mente. Una persona que tiene una esquizofrenia al final no va a llevar una vida normal. Recuerdo el primer caso: cuando comenzamos a orar por ella, le pregunté al marido si había estado alguna vez así y me dijo que no. Otras veces hablas con alguien y dices: “Es una depresión”; pero oras y de pronto el espíritu se manifiesta: le entran ganas de vomitar o cuando estás orando siente que le aprietan la cabeza con un aro de hierro. Si es posesión, va a caer al suelo gritando, va a hablar terriblemente agresivo.
Los especialistas señalan que estos comportamientos se deben a alguna enfermedad mental…
Una cosa es la enfermedad mental; para eso está el psiquiatra, nosotros no nos metemos en su campo. Y otra cosa distinta es cuando realmente se manifiesta algo. De pronto estás hablando con él, oras y empieza a temblar, se pone rígido, ojos en blanco… Con las oraciones la persona mejora. La Iglesia no cobra absolutamente nada por el tema del exorcismo. Al revés, nos quita mucho tiempo.
Una chica de Burgos se intentó suicidar hace un par de años después de someterse a un exorcismo.
El sacerdote lo que hizo fue orar, nunca se puede hacer en contra de una persona. No sé qué ocurrió después. Es muy buena persona, un ancianito encantador. No se puede hacer en contra de la voluntad; otra cosa es que, cuando empiezan, haya que agarrarlos.
¿Cuándo acaba la sesión?
Cuando sale el demonio o dependiendo del tiempo que tenga el sacerdote. Pegan un grito. Cuando sale, la persona se queda normal para siempre.
¿Estamos expuestos al demonio?
Casi nadie suele ser poseído.
¿Y dónde está el demonio?
No está en todas partes, se mueve. Hay muchos demonios, pero nadie sabe el número. Donde más pecado hay es donde más se concentran.
¿Ha sentido alguna vez miedo?
No, porque la primera vez que hice un exorcismo había visto trece. En esa época, tan jovencito, mi mayor interés era investigar. Estaba más interesado en investigar que en otra cosa. Así fue las primeras veces, pero pensé que no iba a haber más casos. Después ya se transformó en una rutina.
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