Quantcast
Channel: Revista Interviu
Viewing all articles
Browse latest Browse all 4309

Un accidente callejero

$
0
0

Lunes. Conozco a dos hermanos gemelos que viven juntos y que adelgazan y engordan alternativamente. No sé si lo he expresado bien. Quiero decir que cuando uno está gordo el otro está delgado y al revés. Un hospital de Madrid está estudiando su caso, pues lo más sorprendente es que el que engorda lo hace al mismo ritmo con el que otro adelgaza. O viceversa. Si A gana un quilo exacto en una semana, B ha perdido un quilo exacto en esos siete días. Viene a ser como si el que adelgaza transfiriera a su hermano lo que pierde. Los conocí porque ellos mismos me escribieron hace años invitándome a escribir un reportaje sobre tan peculiar circunstancia. No escribí el reportaje, aunque tomé muchas notas, pero trabamos cierta amistad y los visito regularmente. Cuando cambian de peso, intercambian también sus ropas. El otro día me llamaron con cierta alarma para anunciarme que A, actualmente en proceso de engordamiento, había cogido en la última semana doscientos gramos más de lo que había adelgazado B. ¿De dónde los ha cogido?, se preguntan. Ni idea, pero lo cierto es que esa desviación ha provocado en el gemelo al que podríamos llamar donante un malestar que se parece mucho a un ataque de celos. Como si su hermano lo engañara con alguien. Les he sugerido la posibilidad de retomar el reportaje pero me han dicho que no es el momento.

Martes. Esta mañana resbalé en la calle al pisar la tapadera de una alcantarilla mojada. Como no era capaz de levantarme, varias personas acudieron en mi ayuda. Otras, simplemente, se acercaron a mirar. Todavía en el suelo, me vino a la memoria un recuerdo de infancia. Volvía del colegio detrás de un hombre que de repente empezó a hacer eses, como si estuviera borracho. A los cuatro o cinco pasos, se derrumbó tras haberse encogido sobre sí mismo. Me acerqué y permanecí mirándolo con la mirada neutra y asombrada de los niños frente a este tipo de acontecimientos. Allí estaba yo, en fin, con la cartera colgando de la mano derecha como una prolongación del brazo. La gente empezó a acercarse y formó un corro en torno al hombre, que iba sin afeitar y con la camisa desabrochada, como si antes de caer él mismo se la hubiera abierto en un gesto de desesperación. Por la comisura de los labios se le escapaba un poco de saliva. En esto, otro hombre dijo que era médico y le abrieron paso. El médico se agachó junto al caído, le puso la mano en el cuello, le tomó el pulso, le miró las pupilas y finalmente se volvió hacia el público.–Ha muerto –dijo. Si es cierto que uno es de donde vio su primer muerto, yo no he salido aún aquella calle, aunque viva lejos de ella.Pues bien, decía que la gente acudió en mi ayuda, pues me costaba trabajo levantarme (temí haberme roto una cadera), cuando entre los rostros de las personas que contemplaban el suceso sin prestar ayuda vi el de mi hermano Ricardo. En ese instante parpadeé y cuando volví a mirar ya no estaba. Supuse que le había dado vergüenza verme en esa situación y prefirió no identificarse. Logré incorporarme al fin con ayuda de cuatro o cinco manos y llevé a cabo los gestos que se hacen para comprobar si uno está entero. Y estaba dolorido, pero entero. Cuando llegué a casa, telefoneé a mi hermano y lo cogió su mujer. Me dijo que Ricardo estaba de viaje, en Barcelona, pero noté que mentía.
Miércoles. Dolorido aún por la caída de ayer, me ha costado levantarme de la cama. Mi mujer me ha preguntado si me encontraba mal, pero le he dicho que no, que tenía pereza. Preferí guardar en secreto mi accidente callejero. ¿Por qué? No estoy seguro, quizá porque también yo lo viví como una humillación. Caerse no es solo caerse, es también la metáfora de otras caídas invisibles a que va sometiéndonos la edad. Al salir a por el periódico, he pasado por una farmacia en la que me han dado una pomada para la contusión. No me la he puesto porque tenía un olor muy fuerte y podía levantar sospechas.
Jueves. He telefoneado a los gemelos A y B. Ha cogido el teléfono B, que continúa en proceso de adelgazamiento y me ha dicho que su hermano sigue cogiendo más peso del que pierde él. Están pensando en separarse.  

Lee aquí tu interviú al completo. 


Viewing all articles
Browse latest Browse all 4309

Trending Articles