L a idea surgió en diciembre, antes de las elecciones del día 20. Rajoy se negó a participar en el debate a cuatro, solo habría un cara a cara y sería entre los líderes del PP y del PSOE. “Se nos ocurrió hacer el único debate entre los cuatro candidatos a presidente del Gobierno, un cara a cera”, dice un ingenioso Gonzalo Presa, director del Museo de Cera de Madrid. Todo se montó en tiempo récord. “La figura de Albert Rivera ya estaba hecha, tuve que hacer las otras tres en 24 horas. No sé cómo lo logré porque es una barbaridad, lo normal serían 20 días por cabeza”, recuerda el artista plástico José Luis Serzo, encargado de las figuras del museo desde hace año y medio. La política española anda como pollo sin cabeza desde hace más de 300 días y las cabezas de barro de los líderes llevan nueve meses esperando inmóviles y perplejas, cuales ciudadanos, a que haya investidura. Solo el que sea elegido presidente del Gobierno tendrá su figura de cera. Conservadas bajo un paño húmedo, José Luis Serzo las pulveriza cada 48 horas para que no se sequen, no se rompan. “Las hemos hecho a partir de fotografías de los candidatos desde todos los ángulos y gestos. La dificultad estuvo en que todos los ángulos cuadrasen”, asegura el artista, que no cree que haya un candidato con el que haya tenido más dificultades, pero sí sabe quién es el más pesado. “Cada una se ha hecho con unos ocho kilos de barro, pero quizá la de Pablo Iglesias pese algo más por la coleta”, desvela Serzo, lo que confirma que los cuatro son más o menos igual de cabezones. Y no solo intentando llegar a acuerdos.
CUERPOS DE MANIQUÍES. Del busto de barro del elegido se sacará un molde de silicona reforzada con escayola donde se fundirá la cera y de ahí saldrá la cabeza del álter ego del nuevo presidente. “La magia del museo es lo artesanal del trabajo”. ¿Y por qué solo hacen las cabezas? “Les ponemos cuerpos de maniquíes o de escayola porque van vestidos y no se ven. Solo se hacen los cuerpos cuando llevan el torso o los brazos desnudos”, dice el artista. El coste de cada figura ronda los 50.000 euros.
RAJOY NO DIO UN TRAJE. Mariano Rajoy tiene figura en el Museo de Cera desde 2011, cuando fue elegido presidente de Gobierno. Entonces la dirección del museo solicitó a La Moncloa tomar las medidas del presidente y que les cedieran un traje suyo para ser fieles a su cuerpo e imagen. Ni una cosa, ni la otra: les citaron en la sede del Partido Popular para entregarles una amplia selección de fotografías de su líder. Esa actitud nada tiene que ver con la de otros líderes internacionales. Hace unos meses, un equipo del museo viajó hasta Lisboa para tomar las medidas de Marcelo Rebelo de Sousa, nuevo presidente de Portugal. “Es nuestro homenaje al país vecino y todos los expresidentes nos han recibido y han cedido sus trajes para vestir a sus figuras”, expone Presa.