Es sobradamente conocido que fumar es malo para la salud. Afecta en múltiples aspectos a ésta y ello se alerta en los mismos paquetes de cigarrillos (con imágenes, en ocasiones, muy duras). Pero el tabaquismo, por mucho que se intente erradicar, cuenta con muchos intereses creados que lo dificultan.
A pesar de que el tabaco mata a alrededor de 60.000 personas al año, pese a haberse reducido su consumo, aún hay un 24 % de mayores de 15 años que fuma. Cada día se le unen unos 325 adolescentes, de alrededor de 13 años, que se inician en este perjudicial hábito.
Entre todas las muchas patologías provocadas por el consumo del tabaco, podemos encontrar la disfunción eréctil. Hay que señalar que existe una relación directa entre el tabaquismo y los problemas de erección. El consumo de tabaco puede duplicar las posibilidades de padecer disfunción eréctil y la explicación de este vínculo es fácil. Aquí la vamos a aclarar.
El consumo de tabaco, entre otras muchas cosas, afecta al riego sanguíneo, disminuyendo la circulación en las arterias, incluidas las peneanas (las que irrigan el pene). Dado que la erección se produce, precisamente, por un aumento del caudal sanguíneo de esas arterias, si quedan afectadas por el tabaquismo y disminuyen su eficiencia, decrecerá, a su vez, la capacidad eréctil.
Resultados de pacientes encuestados en Boston Medical Group (expertos en el tratamiento de Disfunción Eréctil) arrojan que del 30% al 43% de pacientes con problemas de erección, consumen tabaco.
Otra consecuencia del tabaco que afecta a la erección es una menor respuesta a las sustancias que causan la erección, como la papaverina o alteración de la síntesis de óxido nítrico, el cual es necesario para la relajación del músculo liso cavernoso del interior del pene. Sin estas sustancias, aumentarán las dificultades de erección.
Resulta evidente, vista la relación explicitada, que, si somos fumadores y padecemos problemas de erección, mejoraremos notablemente nuestra salud, sexual y general, abandonando de forma definitiva este insalubre hábito.
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