
No vive su tiempo más feliz. Desde que en octubre se publicaron unas fotos junto a Bigote Arrocet, mucho se ha especulado sobre su vida. “Han dicho que soy insolvente, una estafadora, que he mentido sobre mi profesión y que no soy empresaria, que tengo una demanda, que soy la amante, la otra…”. El docureality Las Campos, emitido en Navidad, no ha hecho más que recrudecer la polémica: María Teresa Campos y su pareja, Edmundo Arrocet, cantaron juntos el bolero que dice “Si nos dejan, nos vamos a querer toda la vida…”. ¿Era un mensaje con segundas? ¿Iba dirigido a Gemma? Las televisivas lenguas viperinas han aprovechado para reabrir con malicia un supuesto triángulo que ella niega. “Estoy calentita –dice tras ver el programa y los debates de días posteriores–. Si yo no me he dado por aludida, ¿por qué lo hacen los periodistas? Y han vuelto al ataque: que si tienen un documento sobre mí, que si no soy de fiar…”.
Gemma Serrano celebra su 41 cumpleaños con esta portada, con la que pretende callar bocas hablando de su verdad. Y presumiendo de curvas, anuncia medidas: “Edmundo y yo hemos hablado con un abogado para demandar a quienes hayan dicho falsedades de mí y que hemos tenido una relación”.
¿De qué conoce a Bigote Arrocet?
Nos conocimos hace cuatro años en la Asociación del Humorismo Español. Él es vicepresidente, y yo, vocal.
¿Es usted humorista?
No, yo no tengo ninguna gracia.
¿Y entonces?
Colaboro con ellos organizando todos sus actos benéficos. Yo tengo muchísimos contactos y busco patrocinadores. Además tengo una empresa de eventos, especialmente solidarios, me gusta conseguir cosas para los que más lo necesitan. Trabajo con muchos famosos, gente de alto standing y empresarios, y me perjudica que digan que yo he llamado a los fotógrafos para que salieran las fotos con Edmundo.
¿Y por qué salieron esas fotos?
Porque es el novio de María Teresa Campos. Hay gente a la que ella no le cae bien y han querido darle un disgustillo, pero yo no sirvo para darle un disgusto a María Teresa porque, aunque fuese verdad, yo no voy a decir nada malo en contra de mi amigo.
¿Aunque fuese verdad? Parece que quiere seguir dando pábulo…
No. Si la gente entiende la amistad, lo que menos hace es perjudicar al amigo. Ni decir una frase que sea entredicha o dejar algo de expectativas…
¿Qué relación tiene pues con Bigote?
Somos amigos y socios, tenemos negocios fuera de España con una multinacional, y digamos que Edmundo es el centro para que esto ocurra. Hay un proyecto de tele y él es nuestro enlace para llegar a Chile o Perú. En las famosas fotos salíamos de unas reuniones.
¿Tienen reuniones de negocios internacionales en el apartamento de él?
No, es que también llevo ropa de marca y yo visto a Edmundo y a otros muchos. En las fotos entrando a su apartamento que no se publicaron yo llevaba mucha ropa para él. Pero eso no interesa.
Viste a Bigote. ¿También lo desnuda?
Nunca, no me hace falta.
¿Y él a usted?
Menos.
¿Alguna vez le ha tirado los tejos?
¿Me has visto bien? En algún momento me ha echado un piropo, obvio, pero no he sentido que me tirara los tejos.
Siendo amiga y socia de Bigote, ¿ha hablado con María Teresa Campos de este triángulo que se ha montado?
No, y me parece extraño. Si yo fuera ella, habría cogido el toro por los cuernos, me habría llevado a su programa de televisión presentándome como la amiga de Edmundo, dándole absoluta normalidad y demostrando a la gente que está curada de espanto.
¿No habría alimentado más el morbo?
En vez de tener que ir a otro programa y dejar que se siguiera especulando, el público habría visto que soy capaz de tomarme el tema con normalidad. También es verdad que ella no sabe cuál es la verdad, esa solo la sabemos Edmundo y yo. Ella puede suponer que lo que le cuenta su novio o lo que cuento yo es la realidad.
¿Está dolida?
Me gustaría que me hubiera dicho: “Oye, chica, siento que te estén persiguiendo o que te estén haciendo esto porque Edmundo sea mi novio”. No un acercamiento, pero que me hubiera invitado al cumpleaños que le montó en su programa. Lo habría tenido superfácil.
¿Tiene alguna relación con ella?
Ninguna, pero como Edmundo conoce mis contactos, puso en mis manos la casa de Teresa para venderla. Estuve allí e hice un reportaje, el que se ha mandado a los posibles compradores.
¿Qué pasó cuando se vieron en su casa?
Ella no estaba, fui con un cliente directamente. Estaba su nieto, creo recordar.
¿Y ella sabe que usted vende su casa?
Lo desconozco. Edmundo nunca me cuenta lo que hablan entre ellos.
¿Le gustaría hablar en serio con ella?
No me importaría, porque creo que nos reiríamos del tema.
¿Y con Bigote habla ‘del tema’?
Cuando salí en televisión, él estaba en Marruecos con su hermana y lo único que me dijo fue: “Gracias por defender a Teresa”. Ahí dejé zanjado que no había pasado nada, entiendo que por la seriedad o frialdad con la que hablé, pero era la que tenía que dar.
¿Es fría y calculadora?
Soy seria y no busco ni fama ni dinero. Si fuera fría y calculadora, lo habría tenido fácil porque me pagaban una pasta por decir algo que no… ¡Vamos, cómo lleva los calzoncillos! Y no lo he hecho. La amistad está por encima.
Hombre, siendo su estilista lo habrá visto en calzoncillos, digo yo…
No, yo le doy la ropa, luego él se la prueba y la que no le gusta o no le vale me la devuelve.
¿Su relación con él ahora es distante?
Es diferente, porque antes nos veíamos sin problema y ahora le persiguen. Y para no dar quebraderos de cabeza no nos vemos desde que salieron las fotos, tenemos una relación telefónica. Me resultaría extraño vernos a escondidas porque yo soy soltera y no tengo nada que esconder. Otra cosa es que María Teresa se hubiera enfadado porque él no le hubiera contado dónde va, con quién va y lo que va a hacer.
Se habla mucho de la relación entre Bigote y las hijas de Teresa Campos…
Yo no he hablado con él de ellas, pero sí hemos ido a la empresa de un amigo para que contratasen a Terelu como imagen. Eso no se hace con alguien con quien no te llevas bien…
Con este reportaje hay quien pensará que busca fama y dinero…
No tengo que dar explicaciones, pero voy a donar lo que gane a un hospital infantil, que es lo que hago continuamente y lo que me hace feliz. | Sigue leyendo.