
Hace apenas un par de semanas escribía que el PSOE sigue sin tener claro el concepto de nación.Susana Díaz decía una cosa y Pedro Sánchez defendía otra. Extraño en un partido tan veterano, salvo que preparar al PSOE para el futuro pase por reinventarlo desde las raíces. El caso es que, pasados unos días, alguien se dio cuenta de que Cataluña es un tema importante y dio marcha atrás. Por eso la secretaria general andaluza ha empezado la recta final de las primarias recordando que ella siempre piensa lo mismo, “y no como otros”, le ha faltado decir. Los socialistas ya han pasado por varios procesos de primarias, pero este resulta bastante distinto, y no cuesta ningún esfuerzo encontrarte con dirigentes que temen que el partido se esté jugando la vida. Sin ir más lejos, aquí lo dejó dicho Patxi López, único de los tres candidatos que aceptó la oferta de interviú para ser entrevistado.
No soy tan tremendista, y pienso que el PSOE ha sobrevivido a situaciones especialmente graves, como el abandono del marxismo cuando el 99,9 por ciento de sus militantes se consideraba marxista. Lo de abstenerse frente a Rajoy ha sido duro, y sigue sangrando esa herida, pero las primarias no van de eso, van de si todos, candidatos y militantes, sabrán continuar el día siguiente sin empujar a su partido hacia un abismo desconocido, porque la supremacía desde el centro hasta la extrema izquierda está en entredicho.
Lo que no deberían hacer los socialistas es ir contra su propia historia. El que no sepa empezar a escribir el futuro sin pasar por las armas al pasado quizás debería convertirse en “inscrito”, ese estadio de participación política ciudadana que se ha inventado Podemos y que juzga sin mayor contemplación a la casta, a la trama y a lo que salga del próximo laboratorio. Mal camino es ese para la vida del PSOE, como también lo puede ser el renunciar a cambiar este país desde las instituciones, como hasta ahora, para dar la batalla en la calle. Por mucho que impúdicamente intervenga algún sindicato en las primarias socialistas, si pretendes que Pablo Iglesias no se meriende tu territorio, no le pelees con sus mejores armas. | Sigue leyendo.