
Esta madrileña de 1982 es un peso pesado del errejonismo y del movimiento feminista dentro de Podemos. Diputada en la Asamblea de Madrid, Clara Serra vivió sus primeros años en Roma, donde estaban destinados sus padres, periodistas de la agencia Efe. En su casa aprendió a debatir de política. “Mi padre [el periodista Fernando Serra] y yo estamos en posiciones muy diferentes porque él ha sido votante del PP muchos años, pero me enseñó a valorar los distintos puntos de vista”. Isabel, su hermana pequeña, también es parlamentaria madrileña de Podemos, pero más cercana a los anticapitalistas.
Clara quiso ser pintora y estudiar Bellas Artes. El día que escuchó en clase a Esperanza, su profesora de filosofía en el instituto, algo cambió. Se matriculó en la facultad de Filosofía. Tuvo que trabajar en bares, “como muchos chicos y chicas de mi generación, y normalmente sin contrato”. Y acabó militando contra la privatización de la universidad y el plan Bolonia. Las cartas estaban echadas. Llegó el 15M y se fue a la Puerta del Sol.
Vive en el barrio de Lavapiés con dos compañeras de piso: una amiga y la galga Pulga, que encontró abandonada. Este verano tiene trabajo, prepara un libro sobre feminismo y política. Ah, Platón es lo más: “Es más radical que Aristóteles y explica los grandes problemas de forma pura, desnuda y clara”. Claro.
¿Habrá alucinado en la Asamblea de Madrid?
Me ha impresionado que gente normal se sienta intrusa cuando llega a la Asamblea. Y es que para el PP ha sido su cortijo. Ser mujer y joven te hace sentir más intrusa aún. Esos diputados no se parecen nada a su país, son marcianos comparados con la sociedad a la que representan.
¿Cómo le tratan a usted allí?
Con muchísima condescendencia. Hay esta actitud muy masculina de pensar que las mujeres y las chicas jóvenes que llegan a las instituciones no hay que tomárselas muy en serio. Se equivocan. He notado mucha incapacidad para tratar a una mujer como a una igual en ese espacio. Sinceramente, no me he sentido siempre cómoda, pero tienen que saber que hemos venido para quedarnos.
¿Qué borraría de un plumazo si pudiese?
La falta de pudor y el partidismo de Paloma Adrados y del PP a la hora de ejercer la presidencia de la Asamblea.
¿Cree que Cristina Cifuentes llegará al final de la legislatura?
Cifuentes es uno de los intentos fallidos del PP por renovar caras en un proyecto viejo. Los últimos meses han arruinado esa operación. Todos saben que es lo mismo, las mismas políticas, recortes y congelaciones. Cifuentes lleva 25 años metida en uno de los partidos más corruptos de España, el PP de Madrid. Si llega al final de la legislatura, lo hará muy desgastada.
Parece que hay consenso en que Iñigo Errejón sea el candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid en 2019.
Iñigo sería un excelente candidato. Hay un amplio consenso en Podemos y despierta la ilusión de mucha gente. Sería estupendo que fuese el candidato para echar de la Comunidad a un PP en descomposición.
¿Cuándo lo sabremos?
Las elecciones son en 2019, todavía queda, depende de la fecha de las primarias.
Seguro que dentro de Podemos habrá gente que no le quiere de candidato.
No lo sé, pero el consenso es amplio y transversal, sobre todo para que Podemos se pueda enfrentar al gran reto de las elecciones generales de 2020. Hay que llegar a esa fecha revalidando y aumentando los ayuntamientos del cambio, y dando un paso en el nivel autonómico, fundamental para servir de escudo a esos ayuntamientos que tienen enfrente al Gobierno nacional. El PP hace una política agresiva contra estos ayuntamientos. En el caso de Madrid, es evidente. ¿Alguien sabe qué ha hecho Cifuentes en estos dos años a parte del abono joven? Básicamente oponerse a Carmena. Ganar la Comunidad de Madrid sería un paso de gigante de cara a la siguiente contienda, las generales.
Errejón ha asegurado en El País que solo se pueden hacer políticas de progreso con la unión de PSOE y Podemos.
Una actitud de entendimiento es fundamental. Pienso en los ayuntamientos de Madrid o Barcelona. La ola del 15M en el PSOE ha tumbado al viejo aparato y ahora hay que trabajar por hacer gobiernos progresistas. No es una regla fija, porque los inscritos en cada territorio tendrán que decidir qué es lo que más sentido tiene.
¿Y en Madrid?
Iría por una línea de entendimiento, pero con garantías de que se harán políticas transformadoras. Si el PSOE viene con nosotros en esa dirección, bienvenidos.
Si gana Errejón, ¿le gustaría ser consejera?
Me gustaría estar implicada en la transformación de la Comunidad en cualquier lugar y no siempre tiene que ser en los cargos más visibles. No tengo pensado dedicarme a la política toda la vida y me gustaría volver a la enseñanza sabiendo que he podido cambiar cosas.
Entonces no le diría que no.
Queda mucho para eso, no lo he pensado.
¿Qué hacemos con Cataluña?
El PP ha hecho que mucha gente se desenamore de su idea de España. Si alguien se desenamora de ti, no puedes regañarle. Yo también me he desenamorado. Hay que construir un país donde todos queramos vivir. El PP ni siquiera trabaja con la vista puesta en diez o quince años: incendia Cataluña para ganar votos en España, y esa es una mirada cortoplacista, interesada e irresponsable.
¿Permitiría el referéndum?
No se puede prohibir que la gente se pronuncie. Ahora bien, la actitud de Podemos es trabajar por un referéndum con garantías, que nazca con un reconocimiento. Y me gustaría una España donde todo el mundo quisiera estar. El gobierno catalán está poniendo por delante sus intereses partidistas.
Defendió en la Asamblea prohibir el despatarre en los asientos del transporte público, y al PP y a Ciudadanos les pareció una chorrada.
Defendimos que la cartelería se reformara para visibilizar la ocupación del asiento contiguo, como hacen en Tokio o Nueva York, y para no perpetuar estereotipos de género, como que con los niños siempre tiene que haber una mujer. Y defendimos hacer un estudio sobre la seguridad que tienen las mujeres en el transporte público, donde a veces se sienten incómodas o agredidas. Pero al PP le cuesta entender el problema del machismo. Le costó en su día entender que hacía falta una ley de violencia de género; trece años después de la ley, parece que lo han entendido. Y eso se debe a la hegemonía conquistada por el movimiento feminista. Cada vez que el feminismo propone avanzar un paso para visibilizar esas desigualdades, la actitud es negarlo… y luego se verá arrastrado a asumirlo. Siempre va por detrás de la sociedad.
¿Qué opina de las 200 medidas contra la violencia de género pactadas la semana pasada?
Lo celebro y estamos de acuerdo con ellas. Dicho esto, me parece insuficiente: un acuerdo de máximos requiere incluir todas las formas de violencia machista, y no solo las que se dan en el ámbito de la pareja y la expareja, y blindar esos presupuestos. La violencia machista es inseparable de cómo ha afectado la crisis a las mujeres y de la precariedad y la pobreza femeninas. Si no se acaba con la desigualdad económica, no estamos abordando el problema en toda su extensión.
¿Ve cambios en el movimiento feminista?
El feminismo ha demostrado que se puede conseguir hegemonía en terreno hostil conquistando el sentido común. Es el que más personas aglutina en las manifestaciones, en la calle contra Trump o defendiendo derechos en Rusia y Polonia...
¿Es de las que piensa que hay más de un feminismo?
Cuando un movimiento es tan amplio, es plural en su interior. Yo me siento muy orgullosa del feminismo que construye con alegría y humor. El movimiento LGTBi combatió la homofobia con celebración y orgullo, y así arrastró a la sociedad
¿Qué le parece ese feminismo que parece eternamente enfadado?
El feminismo ahora es bullicioso y plural y llega a terrenos hostiles donde no había llegado. A veces hay que hacer feminismo con rabia, y tenemos muchas razones para estar enfadadas, pero no solo se hace política representando el dolor, las necesidades, las tristezas... también se hace política con los deseos, las aspiraciones. Tenemos que convertir el feminismo en algo deseable, en objeto de deseo, hay que hacer que la gente desee ser feminista.
Pues ya hay grandes marcas de ropa haciendo camisetas con mensajes feministas.
Es una buena noticia porque sin ser una transformación política, sí es una oportunidad de hacer política feminista. Cuando la gente ve el feminismo con mejores ojos, nosotras tenemos trabajo por hacer porque el éxito implica un riesgo. Que una marca de ropa venda camisetas hay que leerlo como un éxito del feminismo. Yo celebro que el feminismo esté de moda y ese éxito es del movimiento feminista.
¿Hay algún partido exento de machismo?
Ninguno. Lo importante es que un partido sea consciente del problema y ponga herramientas, y eso en Podemos lo estamos haciendo. He sido responsable de igualdad durante casi tres años, y hemos puesto en marcha muchas herramientas. Por ejemplo, si los cuidados de mayores o menores son un hándicap para participar en asambleas y hacer política, se habilitan espacios de cuidados colectivos en los actos del partido o se cambian de hora las reuniones. Siguen haciendo falta políticas de cuotas con listas cremallera.
¿Qué es lo que más le sorprendió cuando visitó las casas de acogida para mujeres víctimas de la violencia machista?
Los efectos de la privatización y los recortes del PP. Hay trabajadoras en turnos de 48 horas que se quedan solas con la casa llena de mujeres y sus hijos; trabajadoras contratadas como animadoras socioculturales cuando hacen algo tan crucial como atender a personas en alto riesgo...
¿Por qué le meten tanta caña cuando habla de fantasías sexuales?
En el año 2017 el PP no ha entendido que las mujeres podemos hablar de cualquier cosa en libertad y sin pedir permiso ni perdón. También de sexualidad.
La última polémica fue cuando medios conservadores recordaron unas declaraciones suyas de 2016 en un debate en las que dijo que muchas mujeres tienen fantasías sexuales relacionadas con el sexo con violencia.
No sé si fue una campaña orquestada, pero lo pareció. El error de enfoque del PP es que no sabe distinguir la realidad de la fantasía. Es imprescindible que las mujeres, después de siglos censuradas y perseguidas y teniendo prohibido el acceso a su propio placer, tengan acceso como sujetos a hablar de sus deseos. El terreno de las fantasías es plural y diverso y solo faltaba que responsabilizaran a las mujeres o a sus deseos de las violaciones reales. La responsabilidad no está en el tamaño de la falda, la hora en que salen de casa o en sus fantasías... está en los violadores. Si no se diferencian los juegos consentidos de las violaciones reales, se atenta contra la libertad sexual de las mujeres y se relativiza la gravedad de las violaciones.
Conoce a la actriz porno Amarna Miller, ha compartido charlas e incluso viven en el mismo barrio...
Sí,compartimos muchas visiones y estamos en desacuerdo en otras cosas. Ambas tenemos la voluntad de formar parte de un feminismo donde quepan las diferencias.
Ella dice estar frustrada con Podemos y critica a Pablo Iglesias.
No es verdad que Podemos estaría mejor sin Pablo Iglesias. Otros compañeros y yo ya discrepamos sobre cuál debía ser el rumbo de Podemos en Vistalegre II, pero también digo que Pablo es un animal político, de esos políticos que aparecen muy de vez en cuando en la historia. Podemos tiene suerte de tenerlo.
¿Qué opina sobre la gestación subrogada?
Es un debate que ha venido acelerado por Ciudadanos sin que la sociedad haya debatido. La unica vía en la que pudiese estar de acuerdo con una gestacion subrogada sería aquella en la que queden blindados los derechos de las mujeres gestantes y, por supuesto, de los menores.
¿Y sobre la prostitución?
Hace falta debatir también qué legislación y no solamente hacer leyes nuevas, sino derogar leyes vigentes que están atentando contra los derechos de las prostitutas. Pienso en la Ley mordaza o en ordenanzas municipales que hacen que se persiga en la calle a las prostitutas con el argumento de que se penaliza al cliente, cuando en realidad se persigue a las prostitutas. Es imprescindible darles voz.
¿Se puede ser puta y feminista?
Se puede ser heterosexual y feminista, madre y feminista, trabajadora del Zara o de Coca-Cola y feminista, y por supuesto, se puede ser puta y feminista. Lo que veo más difícil es ser feminista y no albergar algún tipo de contradicción.
Dígame un hombre bello y una mujer bella.
Los vampiros son seres muy bellos. Y en concreto, el vampiro Eric Northman [personaje de True Blood interpretado por el sueco Alexander Skarsgård]. También es bella, en muchos sentidos, la cantante Silvia Pérez Cruz.
¿Qué cantantes no puede dejar de escuchar?
Me gustan Nacho Vegas, el también asturiano Pablo Und Destruktion, y ahora estoy empezando a escuchar a la barcelonesa Rosalía
Me puede decir una de las últimas películas que le haya gustado .
Elle, con Isabelle Huppert, es una película sobre una violación. No estoy de acuerdo con el enfoque porque hay que distinguir entre la realidad y las fantasías, pero te hace pensar mucho.
Y una serie.
Estoy por la última temporada de The Fall, serie irlandesa con un asesino en serie y una policía feminista.
Libro para las vacaciones.
Putas asesinas, de Roberto Bolaño
¿Qué tal se ha sentido en su primera sesión de fotos?
Muy bien, me han tratado muy bien.
¿Le criticarán por dar una entrevista a interviú?
Seguro, pero creo que hay que decir lo que se piensa en todas partes, y las feministas en particular tenemos que estar en terrenos poco explorados. Estoy deseando que me llamen del Vaticano para decir lo que pienso allí también. | Sigue leyendo.