Poner rejas más altas en el patio del cole para que no se cuelen las pelotas”. “Construir un túnel del terror en el pueblo”. “Que haya más profesores”… Estas son algunas de las propuestas que los ochenta niños del CEIP Montmany, del pueblo barcelonés Figaró-Montmany, van a debatir en los próximos días para saber en qué invierten la parte porcentual que les corresponde de los próximos presupuestos municipales. Ya tienen experiencia. Hace tres años apostaron por una feria de castillos hinchables que fue todo un éxito. Más problemas hubo con una pista de skate, cuya construcción aprobaron mayoritariamente. “Se instaló justo donde se celebra la fiesta anual del pino porque no hay mucho más espacio público en el municipio, y al final hubo que desmontarla”, se lamenta Lluís Feliú, concejal de Vía Pública por la Candidatura Activa del Figaró (CAF), la agrupación electoral que gobierna con mayoría absoluta desde las pasadas elecciones municipales. Se dieron a conocer en 2003 y gobernaron en coalición con CiU. A la siguiente legislatura rigieron el ayuntamiento en minoría y, desde 2011, gozan de una mayoría absoluta que les ha permitido poner en práctica su idea de democracia participativa como alternativa a la política representativa tradicional.