El traspaso de Neymar desde su club de toda la vida, el Santos, al FC Barcelona fue el acontecimiento deportivo del pasado verano. Era el fichaje más deseado por los grandes clubes europeos, una posibilidad que él había rechazado en dos ocasiones. Venía el joven futbolista (acaba de cumplir 22 años) de triunfar en su equipo, en la selección sub-20 brasileña y en la absoluta: tuvo una excelente actuación en la Copa Confederaciones, que culminó destrozando a la selección española en la final del torneo. Su éxito en Brasil, pasaporte para la llegada a Europa, vive ahora un paralelismo editorial: Me llamo Neymar. La autobiografía oficial ha triunfado en Brasil y aspira a destacar también en el mercado español.
Declaraciones del futbolista y de su padre (profesional de este deporte al que las lesiones retiraron prematuramente), y la evocación de muchos momentos personales y deportivos, cargada de emoción, todo ello recogido por los periodistas brasileños Mauro Beting e Iván Moré, dan forma al libro. Los testimonios de Neymar padre relatan la forja de Neymar jr. y reflejan la admiración que siente por su hijo, y los de este, aun tratándose de un chaval que lucha con ambición para progresar en su fútbol, hablan de un deportista al que la naturaleza ha dotado de un talento especial.
Pese a su aspecto extravagante (¡esas crestas!), Neymar se muestra responsable y sencillo: “Soy consciente de que me he convertido en una figura pública. Por eso debo tener cuidado con lo que hago dentro del campo y fuera de él. Sé que soy el ejemplo de muchos niños”. Pero no renuncia a su espontaneidad: “Me encanta ser atrevido con la ropa, los zapatos, las gorras y los pendientes. Los chicos de mi generación son así. […] Puedo llevar una cresta más alta de lo normal, pero siempre tengo los pies en el suelo”.
Esa singularidad y su enorme valía futbolística le han convertido en ídolo mundial, como ocurrió con sus dos referentes, Messi y Cristiano Ronaldo. Neymar es más que un futbolista, es una marca que, amén de su explotación comercial, ha dado pie a la creación del Instituto Projeto Neymar Jr., una asociación privada sin ánimo de lucro dedicada a las causas sociales.
Ahora Neymar tiene dos retos: triunfar este verano en el Campeonato del Mundo que organiza su país y salir airoso del caso judicial que ha originado la fiscalidad de su fichaje, un asunto que derivó en el relevo presidencial del Barça pero que no ha podido ni con la triunfal racha del equipo ni con las prestaciones de Neymar, que el día de su reaparición contra el Rayo Vallecano marcó un golazo que figurará en la antología de esta temporada.