Motores: de seis y ocho cilindros en V y doce cilindros en W, turbo, gasolina (g) y diésel (g)
Potencia: 310, 435 y 500 (g) y 258 y 385 (d) CV
Par motor: 340 (g) y 400 y 420 (d) Nm
Cambio: automático Tiptronic de 8 velocidades
Tracción: total quattro
Dimensiones (largo/ancho/alto): 5.265/1.949/1.471 milímetros
Distancia entre ejes: 3.122 milímetros
Velocidad máxima: 250 km/h (limitada en todos los casos)
Aceleración de 0 a 100 km/h: 5,9, 4,6 y 4,6 (g) y 6,1 y 4,9 (d) segundos
Consumo: 7,9, 9,2 y 11,3 (g) y 6,0 y 7,5 (d) litros/100 km en ciclo mixto ciudad/carretera
Emisiones CO2: 184, 216 y 264 (g) y 158 y 197 (d) g/km
Capacidad maletero: 520 litros
Pesos: desde 1.955 hasta 2.170 kilos
Precios: desde 90.770 hasta 162.220 euros
Entrar en un coche y sentirte atrapado por un espacio en el que todo se puede ajustar a tu gusto, hasta la temperatura del volante cuando hace frío, no tiene precio. Pero menos lo tiene si en vez de como conductor te colocas en las plazas traseras de esta versión larga del Audi A8 –de casi 5,3 metros de longitud–, donde puedes reclinar el asiento y activar la función de masaje mientras lees el periódico, escuchas música o ves la televisión, en ambos casos con manejo de los mandos independiente en la zona trasera.
El A8 en versión larga, como el de batalla corta, es una revisión del anterior (2010) y cuenta con pocos cambios estéticos, aunque sí en lo que se refiere a la reducción de peso –es 241 kilos más ligero– y a las mecánicas, que han subido un escalón en cuanto a fuerza y ahora son más eficientes. Todas las versiones, excepto el A8 híbrido –del que hablaremos en otro momento–, están asociadas a la tracción total quattro de Audi y a la caja de cambios Tiptronic de 8 velocidades, y su comportamiento, en todos los casos, es suave y enérgico al mismo tiempo.
De todas formas, si por algo destaca en esta ocasión el buque insignia de Audi es por sus nuevos faros inteligentes Matrix led, algo que en la marca han comparado con “el paso de una máquina de escribir a una impresora moderna”. Cada faro integra 25 lámparas led que se activan o desactivan en función del posible deslumbramiento que haya hacia el coche que circula delante o en sentido contrario. Es decir, que se puede circular permanentemente con las largas mientras que un sistema determina qué lámparas hay que ir apagando o encendiendo automáticamente en función de las circunstancias. Una tecnología que, seguramente, muy pronto veremos en otros modelos de la marca si tenemos en cuenta que el A8, desde su lanzamiento en 1988, siempre ha sido un modelo pionero y adelantado a su tiempo.